El cálido hogar de Momo Cia., es un rincón donde el arte del clown cobra vida con cada gesto. Aquí, la gestualidad y la lengua de signos se entrelazan para dar voz a la comunidad sorda, creando un espectáculo lleno de color y significado. Más que simples risas, buscamos sembrar valores y despertar conciencias, tejiendo un lazo mágico con cada alma que se une a nuestra travesía.
La original y catastrófica metamorfosis
de una payasa desahuciada
WELCOME teatro accesible
Acerca de Momo
Hola! Soy Montserrat Gil, pero muchos me conocen como Momo. Soy de Barcelona y además de ser payasa, miembro activo de AGT y el Ateneu de las Arts del Baix Montseny, soy una apasionada de la creación artística. Mi corazón late al ritmo del teatro, y mi historia empieza al si de una familia sorda, dando a la lengua de signos su lugar como lengua materna, siendo yo una niña oyente (CODA). Esta experiencia me regaló una expresividad única e inigualable, así como una profunda responsabilidad hacia la comunidad sorda. Durante años, he estado involucrada en el teatro juvenil de prevención, donde el arte se convierte en una poderosa herramienta para concienciar y transformar realidades. He compartido escenario con compañías comprometidas con el medio ambiente, como Empordamar Company y la Cía feminista 2×2 Impro. Además, soy la organizadora del cabaret trimestral de humor inclusivo GestViu gestionado por espectacles Dr. Bombolla.
‘Welcome’, mi espectáculo unipersonal, es una mezcla de emociones, crítica social y risas. Si te unes a Momo Cía., te embarcarás en un viaje donde la comedia se convierte en una experiencia que toca el corazón de cada espectador.
Conectando Visualmente
Desde el primer momento, el público es rodeado con un programa de mano, donde la lengua de signos toma forma gráfica, revelando el misterio que se desplegará.
Un viaje visual que comienza en el espacio escénico, donde una puerta majestuosa en forma de cerrojo se alza entre basura y cajas de cartón. Esta puerta nos acompaña mientras presenciamos la catastrófica metamorfosis de una payasa desahuciada, acercándonos al público a un relato que subraya la fugacidad de todo, llevándonos hacia un desenlace absurdo e inesperado.
‘Welcome’ culmina con una invitación a la solidaridad y compasión, subrayando que todo es efímero. Un final que te deja con el corazón lleno de emociones inesperadas.
Welcome, donde la teatralidad encuentra su voz
Sobre el uso de la Lengua de Signos
En Cataluña, el suave murmullo de la vida cotidiana abraza a unas 35.600 almas con discapacidad auditiva, mientras que en toda España, más de un millón de corazones laten en silencio. Entre ellos, alrededor de 100.000 hablan en lengua de signos, un puente que une tanto a aquellos que no oyen como a quienes desean comunicarse con ellos: familiares amorosos, intérpretes apasionados, dedicados asistentes sociales y curiosos estudiantes. En un acto de reconocimiento y respeto, el Real Decreto 921/2010, de 16 de julio del 2010, otorgó estatus legal a la lengua de signos. Sin embargo, a pesar de este paso adelante, el II Informe sobre la situación de la lengua de signos española, revela su estado «vulnerable», víctima de desigualdades y falta de prestigio comparado con la lengua oral. En las voces calladas pero no olvidadas de aquellos que viven en la penumbra del silencio, el 95% querría que más personas oyentes aprendieran la lengua de signos. La lengua de signos es mucho más que palabras trazadas en el aire, es una lengua de carácter visual, gestual y espacial con gramática propia que reúne todas las características y cumple las mismas funciones que cualquier otra lengua. La invisibilidad de la sordera complica la comprensión y el apoyo hacia las personas sordas. Al no ser evidente, sus necesidades de comunicación suelen pasarse por alto. Esto limita su acceso a los servicios y a la cultura y contribuye a estereotipos perjudiciales. Las personas CODA (Children of Deaf Adults), somos hijos de padres sordos y desempeñamos un papel importante en la comunidad sorda. Tenemos una perspectiva única sobre la sordera y la cultura sorda debido a nuestra crianza y experiencia familiar. Nuestra contribución a la comunidad sorda y a la sociedad en general es invaluable, ya que promovemos la comprensión y la inclusión de personas sordas en una variedad de contextos. La presencia de la lengua de signos en el escenario no solo comunica, sino que también fortalece la autoestima de las personas sordas, haciéndolas sentir que su forma de comunicación es tan valiosa como la oral. La cultura, como una luz brillante en la oscuridad, desbloquea las puertas del entendimiento y la empatía en cada uno de nosotros. Fomentar la conciencia y la inclusión es esencial para derribar estas barreras y forjar una sociedad más equitativa. Y es por eso, que con gran orgullo y amor, ‘Welcome’ acoge la lengua de signos en su espectáculo, tejida con el hilo brillante de la inclusión y la celebración de la diversidad humana.
Sobre la temática del desahucio
Mis estudios y mi profesión se hallaban en medio de la vorágine del mundo de la construcción y tras sobrevivir a la crisis del 2008, me reinventé y me sumergí en el mundo del escenario. Sin embargo, la pandemia del COVID-19 volvió a sacudir mi vida privándome de nuevo a dedicarme a lo que había escogido como forma de vida y amenazando con arrebatarme mi hogar por segunda vez. Enfrenté el temor con resiliencia, transformando ese miedo en la creación de mi primer espectáculo unipersonal. En mi reflexión, me cuestiono sobre la posibilidad de perderlo todo y la dicotomía entre tener y no tener. Estas preguntas son el latido de mi exploración, donde busco comprender la relevancia de la posesión en nuestra sociedad. Durante esos años dorados, desde 1992 hasta 2008, el auge inmobiliario nos sedujo con el sueño de la propiedad. Sin embargo, la crisis financiera nos arrojó a una realidad cruda, donde muchos quedaron atrapados en préstamos insostenibles y enfrentaron el espectro de los desahucios. La pandemia ha exacerbado la vulnerabilidad económica, dejando a numerosas familias al borde de perder sus hogares. Es desgarrador constatar que en España, el 14,41% de las viviendas yacen vacías, porcentaje que se traduce en un total de 3.837.328 viviendas vacías. mientras al menos 33.000 personas enfrentan la crudeza de la vida en la calle. Es una paradoja que refleja nuestra sociedad: la abundancia de casas vacías mientras muchos luchan por un techo. Vivir en la calle es un callejón oscuro plagado de precariedad, violencia y hambre. Es enfrentarse a un mundo hostil, donde encontrar trabajo y estabilidad se convierte en una batalla diaria por la supervivencia. Por eso, el espectáculo «Welcome» nos sumerge en la historia de una payasa desahuciada, una narrativa que busca despertar nuestra empatía y conciencia hacia este grupo de personas tan vulnerables. Es una invitación a reflexionar sobre la importancia de la solidaridad y la acción colectiva para construir un mundo más justo y humano.